Según Orizont, la
aceleradora agroalimentaria creada por la Sociedad de Desarrollo de Navarra
(Sodena), existen siete tendencias actualmente que están transformando la
industria alimentaria, un sector que representa el 3% del PIB y en el que
trabaja una de cada cinco personas dedicadas al área industrial, según datos de
la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB).
Las tendencias que
están cambiando o cambiarán nuestras vidas son las siguientes:
Impresoras de comida tridimensionales: El objetivo en este ámbito es la elaboración de alimentos listos para
ser consumidos a través de la selección, dosificación, calentamiento, cocción y
mezcla de ingredientes hasta conseguir imprimir la comida.
Consumidor 4.0: La industria se
dirige cada vez más a un consumidor hiperconectado y amante de la tecnología.
Por ese motivo, el sector está evolucionando hacia un público que busca recetas
online, cocina en directo a través de vídeos tutoriales y programa su cafetera
para tener el café caliente justo al levantarse.
Alimentos en sintonía con el medio ambiente: El auge de los productos ecológicos concienciados con la conservación
del planeta es cada vez mayor, de hecho, el consumo de este tipo de alimentos creció
un 14% en 2017, según refleja el informe “Mitos y realidades sobre el consumo
de productos ecológicos”.
Superalimentos: En los últimos
años ha surgido una nueva tendencia en el sector con productos conocidos como
superalimentos que aportan nuevos nutrientes y que se están haciendo un hueco
importante en un mercado con alimentos cada vez más naturales, menos procesados
y con una cantidad mucho más reducida de aditivos. La avena, el kale o las
semillas de chía suponen algunos ejemplos.
Envases inteligentes: Nos
referimos a un tipo de envasado del siglo XXI con sensores que ofrecen
información no solo sobre el estado del alimento que contienen, sino que lo
protegen para aumentar su calidad de conservación en todo momento.
Cocina molecular: Caviar en
aceite de oliva o esferas de cerdo agridulce son algunos ejemplos de esta nueva
cocina que ha unido gastronomía con ciencia y que popularizó el genio culinario
Ferran Adrià en su etapa al frente de El Bulli. La química juega un papel
fundamental en su su esencia. No se trata sólo de crear platos sorprendentes,
sino que se trata de comida generalmente apta para celíacos, ya que descarta
preparaciones con harina.
Recubrimientos comestibles: Una
nueva forma de mejorar la seguridad alimentaria y garantizar la calidad
nutricional de los alimentos ha llegado de la mano de este tipo de
recubrimientos que, además de mejorar el aspecto, olor, sabor y vida útil de
los alimentos, también son aptos para el consumo. Por ejemplo, el queso es uno
de los alimentos que más se está investigando para poder añadirle un
recubrimiento apto para el consumo y que contribuya a mejorar la calidad del producto.
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